Según se cuenta en el corral de una casa de Santiponce estaba desde siempre una piedra de mármol que era usada por sus propietarios para cascar nueces, golpear cosas o simplemente elevarse de los charcos cuando llovía.
Corría el año 1940 el padre de José Moreno Santarén, un chaval de apenas 11 años, le pidió que sacara tierra para labrar un muro de tapial.
José, obediente, se puso a excavar junto al pedrusco blanco de la corrala y, de repente, encontró un pecho.
Siguió excavando y de costado apareció en todo su esplendor la Venus de Itálica, una "muñeca de mármol grande y en cueros" en palabras de los atónitos expertos que llegaron desde Sevilla para estudiar el hallazgo, entre los que se encontraba Joaquín Romero Murube.
La Venus fue trasladada al Museo Arqueológico, de donde ha salido en contadas ocasiones desde entonces.
Una historia curiosa que he querido recordar un día como hoy, en que es noticia el planeta dedicado a la Diosa del Amor por cruzar entre la Tierra y el Sol por última vez en este siglo.
Imagen: Wikipedia